jueves, 5 de marzo de 2015

Se hace camino al andar

Una vez, mi padre me dijo: "La vida es un camino, y como en todos los caminos te encuentras piedras con las que te tropiezas y te caes, pero debes levantarte una y otra vez, siempre"

Es una frase curiosa, no todo en esta vida se puede explicar de una manera tan precisa y contundente. Más bien, todo es una maraña de situaciones, personas, acontecimientos, sentimientos, etc. entrecruzándose entre sí y complicando cada paso que damos en nuestro camino. No es nada extraño pensar en la vida como un gran camino, ya que a cada paso que das o cada año que pasa eres diferente, ya no queda nada de tu yo pasado, si no que van formando cada día un nuevo yo.



"No existen caminos difíciles, si no viajeros cobardes"

Nadie nos advirtió nunca de que la vida era un camino angosto lleno de dificultades que superar, y no sólo existen en tu camino las piedras que la propia vida te pone, si no las que otras personas dejan ahí para ti e incluso las que tú mismo te pones en ciertos momentos en los que no eres capaz de mirar hacia adelante y avanzar. La realidad es dura y a mi siempre me han dicho que cuando la vida te pega, lo hace fuerte. Sin embargo, nunca me ha gustado pensar en la vida como mi enemiga, ya que ambas compartimos el mismo camino, somos compañeras de viaje y a veces aunque parezca que te está hundiendo puede estar dándote una oportunidad para hacerte mejor persona, más fuerte.


Todo depende de eso, de perspectiva, de decisiones que tomar, de errores que cometer. No importa si la puerta que abres para continuar tu camino es la equivocada, no debes mirar atrás, porque aunque esa no sea la puerta que mejor te convenía te hará aprender algo nuevo que jamás aprenderías de otra manera. Pensar que delante de ti hay miles de puertas y piedras esperándote, se hace, como poco, desesperanzador, pero ¿y si cada puerta que abres, cada piedra con la que te tropiezas, cada caída o cada golpe, te hacen aprender y crecer? Al final no es tan mala la decisión tomada, el error cometido, sabremos algo sobre nosotros mismos que nadie más sabe, es como tener un secreto con la propia vida.



Es interesante como se cruzan los caminos, cómo la puerta que abrimos coincide con la que otra persona ha abierto, cómo cerramos las puertas que otros más tarde abrirán y como recorreremos parte del camino de la vida de otros. Puede que sea difícil y que en mitad de nuestro sendero no queramos continuar, pero debemos levantarnos, una y otra vez, porque cómo dice el vídeo que os dejo a continuación tenemos "más de mil palabras, más de cien motivos, para no cortarnos de un tajo las venas".



Más de cien palabras, más de cien motivos

para no cortarnos de un tajo las venas.

Más de cien pupilas donde vernos vivos.

Más de cien mentiras, ¡qué valen la pena!

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