martes, 10 de marzo de 2015

Respira hondo y 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, 0

Hoy ha sido un día muuuy largo, y es que cuando los niños se levantan con el pie izquierdo, como se suele decir, no hay manera. 

Empecemos por el principio: Ayer por la mañana me encontré que el niño más pequeño al que cuido (7 años) estaba sentado en el sofá viendo la tele; esto a las 6:30 de la mañana cuando yo los suelo despertar a las 7 en punto. Cuando le pregunto qué es lo que le pasa y porqué ha madrugado tanto me dice "que se despertó a la 1:30 de la mañana porque no se sentía bien y que ya no se volvió a dormir". Yo sabía que había estado el fin de semana constipado y el lunes vi que se tocaba mucho la garganta y que estaba irritado cuando alguien hablaba un poco alto, así que le dije a la madre que tenían que llevarlo al médico ya que podría tener algún tipo de infección. Y sí, el pobre tiene infección de oído así que lo han tenido que medicar.

Ahora al asunto... Como está enfermo está muy irritado y es muy sensible a cualquier comentario que le hagan los hermanos (8 y 11 años). Esta mañana, el hermano mayor le pegó y le llamo "viejo prematuro", por lo que bajo llorando a buscarme y aún por encima, se golpeó el dedo meñique contra la pata de una mesa... Vaya, un auténtico espectáculo de llantos y sollozos. Al mismo tiempo, en el piso de arriba, se avecinaba una tormenta ya que el hermano mayor empujó a su hermana y se pelearon verbalmente, aunque como todos os podéis imaginar no fue un diálogo tranquilo.

Sinceramente, no sabía dónde meterme con tantos lloros y gritos al mismo tiempo. La perrita de la familia miraba hacia a mi como diciendo "Eh! A mi no me mires, ese es tu trabajo"


¡¡Tierra trágame!!


Pues allá me fui dispuesta a intermediar en el asunto: los senté a todos en el sofá y les dije que a partir de ahora en esta casa habría una asamblea en la quién tuviera "el rotulador de la paz" tendría la palabra y debería expresar sin insultar y sin faltar al respeto lo que sentía y los demás deberíamos escuchar sin interrumpir. Así que como no hubo voluntarios para empezar (obviamente) lo hice yo, y les dije que estaba muy decepcionada con ellos, que no me esperaba un comportamiento así después de haberles repetido muchas veces que las cosas se hablan y que entre hermanos no deben pegarse.

El silencio me pareció infinito, pero el pequeñito cogió el rotulador de la paz y dijo que él no quería molestar a su hermano mayor, que sólo le pregunta cosas que no sabe (este niño está diagnosticado con TDAH). Los otros dos no dijeron ni mu así que me los lleve al cole y cada uno en una punta de la acera y sin hablarse.

Llegué a mi casa totalmente abatida porque aunque esto es el pan de cada día cuando cuidas niños a veces sientes un fracaso interior por creer no haberlo solucionado mejor. Más tarde, le comente a una amiga que vive en España lo que me había pasado y me dijo que si llega a ser ella los ponía a ver la tele y listo... Así que me siento orgullosa de que mis medidas educativas sean algo más elaboradas.

Sobre todo, porque creo que la educación hace mejor a las personas y es necesario usar técnicas nuevas que no salirse por el camino fácil :)

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