viernes, 6 de marzo de 2015

El despertar de las Nannys

Ahora que las luces se apagan, y ya no suenas risas ni se oyen ruidos de pequeños pies correteando por la casa, es cuando puedo escribir. He de decir que, a estas alturas, el sonido de la tranquilidad y el silencio me parecen desoladores. Me hace recordar la película Hijos de los hombres, aunque obviamente no tan desgarrador. 

Cuando hice mis maletas y me vine a Londres, empecé a buscar trabajo de Nanny como quien busca piedras en la playa. Pensaba que era el mejor trabajo que podía tener porque, en fin, no es hostelería ni tampoco 45 horas a la semana haciendo dobles turnos y oliendo a brasas. No, esto más bien son horas de películas de Disney, manos llenas de purpurina y un olor como a toallitas de bebé, aunque no haya ningún bebé. Pero tienen sus cositas... En realidad, creo que lo principal es que te gusten los niños porque cómo le digo yo a las madres,"si la Nanny es feliz, los niños son felices", y esto es algo recíproco. 

Empiezas este trabajo intentando sobrevivir al gran juicio indiscutible de los niños y terminas yéndote a casa con tres abrazos y seis besos. Miro como duermen y no puedo evitar sonreír, es hasta irónico, porque no son nada mío, es mi trabajo... Pero en el fondo, en fin, son algo míos: los protejo cuando hace falta, me salto la comida y voy corriendo al colegio cuando están enfermos, les recuerdo llevar sus PE bags (bolsa de deportes) y sus snacks todos los días. Parece algo imposible, que en dos meses y medio que llevo con mis tres niños estoy empezando a notar que me dolerá la marcha.


Quería abrir este nuevo apartado "Mi vida como Nanny en London" contándoos mi día de hoy. Veréis, normalmente trabajo de 6:30 - 8:30 por las mañanas y después por las tardes depende un poco de las actividades que tengan los niños (hockey, football, netball, etc.), pero hoy concretamente empezaba mi jornada de tarde a las 3.45. La pura verdad es que cuando se encuentra trabajo de Nanny, una se piensa que tendrá sus horarios fijos y los fines de semana libres, pero esto, nada más lejos de la realidad, no se cumple. Y es que a partir de que entras a formar parte de una familia eres oficialmente la segunda mamá de los niños, y esto no es que lo diga yo. Esto e lo dicen los padres cuando empiezas a trabajar con sus hijos.

Esta tarde pensé: "¡qué bien! es viernes, así que voy a sentarme a ver una serie y a comer tranquilamente".. Sin embargo, suena el teléfono y ahí mis instintos de Supernnany me dicen que tengo trabajo y que no me da tiempo a comer. ¡Qué gran verdad! Tuve que ir a buscar a dos de los niños al colegio (tened en cuenta que el bus que puedo coger pasa cada 30 minutos, así que si mi app del móvil me dice que quedan 7 para que pase el bus, no puedo perder tiempo para comer). Uno de ellos, el más pequeño y el que está diagnosticado como TDAH, tenía (y tiene) fiebre y estaba congestionado y la otra que le dolía (y duele) la barriga. Eso sí me he tragado las películas "Una cenicienta diferente", "Bingo, el perro" y "Ice princess".


Sí, este es Bingo, un super perro que recorre de cabo a rabo todo EEUU para encontrar a su mejor amigo humano


Durante el transcurso del día de hoy, he estado realmente preocupada por ellos y seguramente me la llevaré a casa. porque acabas siendo parte de la familia aunque no lo tengas planeado. Tendré que pensar cómo despedirme dentro de tres semanas, haciéndolo lo mejor para ellos y para mí. Ahora, sólo me queda salir a las frías calles de Londres y volver a casa :)


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