viernes, 27 de marzo de 2015

Trastorno de Integración Sensorial. Ese gran desconocido

Hace poco, cuando estaba haciendo una entrevista de trabajo, salió durante la conversación el siguiente concepto: Trastorno de Integración o Procesamiento Sensorial. Realmente sabía más o menos lo que era pero nunca había presenciado un caso en vivo y en directo ya que es un trastorno muy difícil de detectar y diagnosticar.

Concepto de Integración Sensorial: Es el proceso neurológico de procesar la información que percibimos de nuestro cuerpo y del entorno que nos rodea. Esto ocurre en el Sistema Nervioso Central, que es el responsable de procesar esta información. Es decir, cuando nuestro cerebro procesa de forma correcta la información sensorial, respondemos de forma automática y adecuadamente a los estímulos.

Para que quede más claro, el Sistema Nervioso actúa como un policía de tráfico, ya que recibe todas las sensaciones y se encarga de dirigirlas hacia el lugar adecuado y generas respuestas correctas.



¿Pero qué sucede cuando hay una problema relacionado con el procesamiento sensorial?

El niño puede tener respuestas a los estímulos de forma muy exagerada, por ejemplo, no tolera el tacto de cierto alimentos en la ropa o elementos en la ropa como las costuras o las etiquetas. Muchos podéis pensar que a todo el mundo le pasa esto, pero no, imaginaros que os ponen una tirita en la piel. Las personas sin ninguna alteración en el procesamiento sensorial se la sacarían de un tirón y sin a penas sentir dolor, pero una persona que padezca este trastorno siente como que le están rascando muy fuerte con un tenedor en la piel.

Por otro lado, también es común la falta de coordinación motora gruesa y/o fina, ya que el niño puede estar moviéndose de forma hiperactica durante un período de tiempo, como de pronto estar moviendose lentamente.

No sólo produce problemas a nivel físico, si no que también se detectan problemas en el lenguaje y un bajo rendimiento escolar por falta de concentración, al igual que tener problemas conductuales resumidos en impulsividad y distracción. Lo más curioso de este trastorno y lo que lo hace realmente difícil de captar es que estos niños no saben adaptarse a situaciones nuevas ni tampoco saben los que es "socialmente correcto".



Las características que pueden tener estos niños son:

  • Hipersensibilidad al tacto
  • Hipersensible ante los estímulos
  • Nivel de actividad muy alto o muy bajo
  • Problemas de coordinación
  • Retraso en el aprendizaje académico
  • Dificultades para aprender ciertas cosas como coger unas tijeras o atarse los zapatos
  • Baja organización conductual
  • Baja autoestima
  • Retraso en la adquisición del lenguaje
  • Comportamientos problemáticos

Como se mencionó anteriormente, es un trastorno muy difícil de detectar  diagnosticar ya que tiene un porcentaje muy bajo de aparición y puede confundirse con otros trastornos como el Autismo o el TDAH. De hecho, el TPS está dentro del espectro autista al tiempo que esta fuera.

Entonces, sabiendo esto, qué es lo que se debe hacer. Se ha comprobado que la Terapia Ocupacional da unos excelentes resultados. Esta Terapia usa la Dieta Sensorial como la herramienta más efectiva para tratar a los niños con este trastorno, y no es nada más y nada menos que una serie de pautas para la escuela y para los padres, con el objetivo de regular y equilibrar el Sistema Nervioso. Es como entrenar de cero nuestro sistema y así enseñarlo a responder adecuadamente a los estímulos.



Obviamente, dentro de esta estupenda dieta se trabajan muchas categorías y se refuerzan aquellas más esenciales dependiendo de cada niño, consiguiendo así unos resultados notablemente visibles a largo y corto plazo.

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